martes, 28 de octubre de 2008

Pues ya fuimos, ya venimos; y retomamos nuestra vida
























































Pues ya fuimos, ya venimos; y retomamos nuestra vida...

Hola mi amor, pues aquí estamos con octubre que se acaba, México que se pierde con su gobierno irresponsable y su congreso corrupto que terminaron saliéndose con la suya y su reforma petrolera mentirosa y camuflajeada en donde cada vez nos venden más y nos siguen dando atole con el dedo, en un mes que pasará a la historia como el mes de la segunda debacle económica norteamericana que desde luego nos arrastró como al resto del mundo, pero bueno; como nada viene solo, la violencia y la inseguridad se generalizan y el panorama no puede ser más gris, pero bueno, rescatemos lo bueno…

La semana pasada en un viaje por demás impensado y solo permitido por Dios, que como Él acostumbra hacer las cosas, de la nada; nos dio las condiciones de hacer un viaje que era tan necesario cómo deseado y en seis días de sangolengo nos fuimos vía Monterrey, a Monclava a Ver a tus hermanos Alejandro y Luís y después a ver a tu hermana Triana a Querétaro, lo primero se logró a la mitad pero satisfactoriamente, lo segundo se dio bien afortunadamente. Veamos: El plan en Monclova era ver a tus dos hermanos, pero por razones que con el tiempo aclararemos, solo vimos a Alejandro que está por presentar su examen profesional en Holanda, después de dos años y medio, es apenas la tercera vez que te ve, le ves y los veo juntos y todo fue bien gracias a Dios, convivimos en tranquilidad y armonía y aunque solo fueron unas horas, todo estuvo bien. De Luís, a quien no vemos desde abril del 2006 ya veremos si lo podemos ver después ya que ahora que radica en Saltillo tal vez sea más fácil.

A Triana que radica en Querétaro desde hace dos años y medio y a la que no veíamos desde entonces, le pudimos ver la tarde de un día y la mañana de nuestro regreso de esos encuentros añado fotos a esta entrada, junto con las de la carne asada que nos preparó tu padrino Clemente, y el encuentro que tuvimos con tu abuelo Castaldi en Monclova.
Ambos amigos llenaron toda una etapa de mi juventud, con el señor Clemente que conozco desde hace veinte años, tuvimos una amistad muy serrada y entrañable que ha continuado a pesar del tiempo y la distancia como son las verdaderas amistades, que por cierto, ya aprenderás que en la vida se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos. Pues Clemente ha sido desde siempre, más que un amigo, más que un hermano, es mi compadre espiritualmente y espero que se den las condiciones para consumarlo de verdad algún día, bueno pues Clemente es sin lugar a dudas, junto con el Ingeniero Castaldi; las dos personas más importantes de la primera mitad de mi vida.

El Ingeniero José Castaldi Yuriche, hijo de italianos y nacido en Monclova, es la persona mayor, después de mi abuelo Alejandro; que más influencia ha tenido en mi vida, y que de hecho marcó mi etapa de formación laboral y profesional, con una absoluta y benéfica educación que no pude haber recibido de nadie más que no tuviera sus características, impresionante inteligencia, agilidad mental, y pese a su severidad y estilo radical, con él aprendí a ser cumplido, responsable, puntual, práctico, aprendí a mandar, a tomar decisiones, a ser perspicaz y en general, considero que le debo, con mucho; lo que soy y lo que valgo en cuanto a mi personalidad y carácter, le admiraba, le respetaba y hasta le temía, pero fundamentalmente sentí y siento un profundo agradecimiento por lo que hizo de mí, por eso es tu “abuelo” Castaldi, porque lo considero en muchos sentidos, como mi papá.

Por todo lo anterior y porque estoy seguro que tu mamá yo, pudimos revalorar muchas cosas respecto a los planes que teníamos de regresar a Monterrey en la primera oportunidad, creemos que esa posibilidad se debilitó y solo es algo que va a determinar Dios.

miércoles, 1 de octubre de 2008

De omisiones y más....








De omisiones, aclaraciones y otras precisiones…

Hola mi corazón:

Pues en el desglose familiar anterior no me quise detener a hacer precisiones y aclaraciones pero las hay y muchas, sobre todo en lo que se refiere a los hijos fuera del guacal, y las segundas nupcias; veamos…

Por el lado de los Guízar esta tu tío Salvador que nació de una relación entre mi abuelo Teófilo y una novia que tuvo, a este onceavo hijo lo creó una de sus hermanas mayores mi tía Lupe que es la única de las mujeres que ya falleció, tu tío tiene ahora 55 años, y lo conociste cuando eras un bebecito de meses y estuvo con nosotros aquí en Coatepec hace algunos meses que vino a cumplir una manda en la parroquia de San Rafael Guízar y Valencia, que es nuestro tío y del que te contaré después.

Por el lado de Los Ponce Arana, o sea la rama de tu abuelita Carmen, también hay detalles, veamos…

Cuando mis abuelos maternos Alejandro y Doña Mica se conocieron, mi abuela ya tenía un hijo del cual era madre soltera. Ese tío mío era 15 años mayor que mi madre y mi abuelo le dio su apellido y se llamó Miguel Ponce Arana y murió a principios de la década de los 90s, este tío casó con Leovigilda Gallegos, la muy querida por mí, “tía Leova” que incluso me terminó de criar, pues se hizo cargo de mí en tercero de kinder y en 6º de primaria, o sea que era la que entraba al quite, cuando a mamá se le juntaba la chamba, jejeje; bueno pues ella formó un matrimonio ejemplar y junto con mi tío Miguel procrearon a tus tíos. Chucho, Trini, Andrés, Miguel (que ha sido como un hermano para mí) y es padrino de uno de tus hermanos, y por último a tu tía Yose, los cuales viven en una población que se encuentra en las proximidades de Acapulco que se llama El Km. 30 a donde iremos varias veces en un futuro si Dios lo permite.

Además Mi abuelo Alejandro, procreó “fuera del guacal” a mi tío Arturo Ponce Rojas que hasta hace un año que le vimos por última vez, se mantenía vivo con 74 años aproximadamente, viviendo en Chilpancingo Gro. En donde nació al igual que tus abuelitas Carmen y Francis y en donde viviste tus primeros dos años y medio, pues bien; ese tío casó y tuvo, un varón y siete hijas a los cuales no vuelvo a ver desde mi adolescencia en la que me tocó vivir una temporada con ellos y de la que quizá te cuente después.

Cuando muere mi padre, tu abuelito Luís, yo tenía entre seis y siete años, mi madre, tu abuelita Carmen queda viuda con 33 años y cinco hijos, lo cual era y es tremendo, en la vida de cualquier persona en esa situación, por lo que afortunadamente y con el apoyo de mis abuelos, tres años después, a los 36 de edad; mi madre contrae segundas nupcias con el señor Paulino Herrera Zúñiga de la misma edad y con quien procrea a tus tíos Norma que ahora tiene 39 años y casó con Marco Antonio Lucena Ozuna y con quien procreó tres hijos Luís Antonio de 11 años ahora, Karla de 9 y un bebé que no conocemos de meses que se llama Nicolás.
Después y como el menor de tus tíos hermanos míos llegó Paulino que ya tiene 36 años y va a esperar a que te cases tu para hacerlo él, jejeje, es soltero y parece que así se quedará.

Lo demás son hijos malogrados, Carmelita que murió a los seis meses, Sergio, a los 13 días y Rosita que así se llamaría pero no alcanzó a Nacer por un accidente muy penoso que tal vez aluna vez te comente, o sea que al final yo tuve nueve hermanos de mi mamá y una de mi papá. Eran otros tiempos mijito las familias eran grandes y más unidas, había otros valores y se vivía por supuesto de otra manera.

En la siguiente entrada te empezaré a platicar de mi, de tu padre que te ama como no sabía que se podía amar, igual de mucho que a tus hermanos, pero más bonito, solo que no se lo digas a nadie para que no se encelen.