Pues ya fuimos, ya venimos; y retomamos nuestra vida...
Hola mi amor, pues aquí estamos con octubre que se acaba, México que se pierde con su gobierno irresponsable y su congreso corrupto que terminaron saliéndose con la suya y su reforma petrolera mentirosa y camuflajeada en donde cada vez nos venden más y nos siguen dando atole con el dedo, en un mes que pasará a la historia como el mes de la segunda debacle económica norteamericana que desde luego nos arrastró como al resto del mundo, pero bueno; como nada viene solo, la violencia y la inseguridad se generalizan y el panorama no puede ser más gris, pero bueno, rescatemos lo bueno…
La semana pasada en un viaje por demás impensado y solo permitido por Dios, que como Él acostumbra hacer las cosas, de la nada; nos dio las condiciones de hacer un viaje que era tan necesario cómo deseado y en seis días de sangolengo nos fuimos vía Monterrey, a Monclava a Ver a tus hermanos Alejandro y Luís y después a ver a tu hermana Triana a Querétaro, lo primero se logró a la mitad pero satisfactoriamente, lo segundo se dio bien afortunadamente. Veamos: El plan en Monclova era ver a tus dos hermanos, pero por razones que con el tiempo aclararemos, solo vimos a Alejandro que está por presentar su examen profesional en Holanda, después de dos años y medio, es apenas la tercera vez que te ve, le ves y los veo juntos y todo fue bien gracias a Dios, convivimos en tranquilidad y armonía y aunque solo fueron unas horas, todo estuvo bien. De Luís, a quien no vemos desde abril del 2006 ya veremos si lo podemos ver después ya que ahora que radica en Saltillo tal vez sea más fácil.
A Triana que radica en Querétaro desde hace dos años y medio y a la que no veíamos desde entonces, le pudimos ver la tarde de un día y la mañana de nuestro regreso de esos encuentros añado fotos a esta entrada, junto con las de la carne asada que nos preparó tu padrino Clemente, y el encuentro que tuvimos con tu abuelo Castaldi en Monclova.
Ambos amigos llenaron toda una etapa de mi juventud, con el señor Clemente que conozco desde hace veinte años, tuvimos una amistad muy serrada y entrañable que ha continuado a pesar del tiempo y la distancia como son las verdaderas amistades, que por cierto, ya aprenderás que en la vida se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos. Pues Clemente ha sido desde siempre, más que un amigo, más que un hermano, es mi compadre espiritualmente y espero que se den las condiciones para consumarlo de verdad algún día, bueno pues Clemente es sin lugar a dudas, junto con el Ingeniero Castaldi; las dos personas más importantes de la primera mitad de mi vida.
El Ingeniero José Castaldi Yuriche, hijo de italianos y nacido en Monclova, es la persona mayor, después de mi abuelo Alejandro; que más influencia ha tenido en mi vida, y que de hecho marcó mi etapa de formación laboral y profesional, con una absoluta y benéfica educación que no pude haber recibido de nadie más que no tuviera sus características, impresionante inteligencia, agilidad mental, y pese a su severidad y estilo radical, con él aprendí a ser cumplido, responsable, puntual, práctico, aprendí a mandar, a tomar decisiones, a ser perspicaz y en general, considero que le debo, con mucho; lo que soy y lo que valgo en cuanto a mi personalidad y carácter, le admiraba, le respetaba y hasta le temía, pero fundamentalmente sentí y siento un profundo agradecimiento por lo que hizo de mí, por eso es tu “abuelo” Castaldi, porque lo considero en muchos sentidos, como mi papá.
Por todo lo anterior y porque estoy seguro que tu mamá yo, pudimos revalorar muchas cosas respecto a los planes que teníamos de regresar a Monterrey en la primera oportunidad, creemos que esa posibilidad se debilitó y solo es algo que va a determinar Dios.
Hola mi amor, pues aquí estamos con octubre que se acaba, México que se pierde con su gobierno irresponsable y su congreso corrupto que terminaron saliéndose con la suya y su reforma petrolera mentirosa y camuflajeada en donde cada vez nos venden más y nos siguen dando atole con el dedo, en un mes que pasará a la historia como el mes de la segunda debacle económica norteamericana que desde luego nos arrastró como al resto del mundo, pero bueno; como nada viene solo, la violencia y la inseguridad se generalizan y el panorama no puede ser más gris, pero bueno, rescatemos lo bueno…
La semana pasada en un viaje por demás impensado y solo permitido por Dios, que como Él acostumbra hacer las cosas, de la nada; nos dio las condiciones de hacer un viaje que era tan necesario cómo deseado y en seis días de sangolengo nos fuimos vía Monterrey, a Monclava a Ver a tus hermanos Alejandro y Luís y después a ver a tu hermana Triana a Querétaro, lo primero se logró a la mitad pero satisfactoriamente, lo segundo se dio bien afortunadamente. Veamos: El plan en Monclova era ver a tus dos hermanos, pero por razones que con el tiempo aclararemos, solo vimos a Alejandro que está por presentar su examen profesional en Holanda, después de dos años y medio, es apenas la tercera vez que te ve, le ves y los veo juntos y todo fue bien gracias a Dios, convivimos en tranquilidad y armonía y aunque solo fueron unas horas, todo estuvo bien. De Luís, a quien no vemos desde abril del 2006 ya veremos si lo podemos ver después ya que ahora que radica en Saltillo tal vez sea más fácil.
A Triana que radica en Querétaro desde hace dos años y medio y a la que no veíamos desde entonces, le pudimos ver la tarde de un día y la mañana de nuestro regreso de esos encuentros añado fotos a esta entrada, junto con las de la carne asada que nos preparó tu padrino Clemente, y el encuentro que tuvimos con tu abuelo Castaldi en Monclova.
Ambos amigos llenaron toda una etapa de mi juventud, con el señor Clemente que conozco desde hace veinte años, tuvimos una amistad muy serrada y entrañable que ha continuado a pesar del tiempo y la distancia como son las verdaderas amistades, que por cierto, ya aprenderás que en la vida se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos. Pues Clemente ha sido desde siempre, más que un amigo, más que un hermano, es mi compadre espiritualmente y espero que se den las condiciones para consumarlo de verdad algún día, bueno pues Clemente es sin lugar a dudas, junto con el Ingeniero Castaldi; las dos personas más importantes de la primera mitad de mi vida.
El Ingeniero José Castaldi Yuriche, hijo de italianos y nacido en Monclova, es la persona mayor, después de mi abuelo Alejandro; que más influencia ha tenido en mi vida, y que de hecho marcó mi etapa de formación laboral y profesional, con una absoluta y benéfica educación que no pude haber recibido de nadie más que no tuviera sus características, impresionante inteligencia, agilidad mental, y pese a su severidad y estilo radical, con él aprendí a ser cumplido, responsable, puntual, práctico, aprendí a mandar, a tomar decisiones, a ser perspicaz y en general, considero que le debo, con mucho; lo que soy y lo que valgo en cuanto a mi personalidad y carácter, le admiraba, le respetaba y hasta le temía, pero fundamentalmente sentí y siento un profundo agradecimiento por lo que hizo de mí, por eso es tu “abuelo” Castaldi, porque lo considero en muchos sentidos, como mi papá.
Por todo lo anterior y porque estoy seguro que tu mamá yo, pudimos revalorar muchas cosas respecto a los planes que teníamos de regresar a Monterrey en la primera oportunidad, creemos que esa posibilidad se debilitó y solo es algo que va a determinar Dios.