lunes, 27 de abril de 2009

Tu eres leal leol

Si, esa es la nueva y junto a tu eres lali que ahora es... tú eres lati son tus últimas ocurrencias mientras pasa la vida entre brotes de influensa porcina y suspenciones de clases y de actividades masivas en el país que ya no sabe por donde le llueve entre crisis política, social, económica, moral y ahora de salud pública, pobre México.

Pues todo empezó el dos de Abril (hace casi un mes que no escribía nada) que nos fuimos a México a gestionar las dichosas fe de bautizo de mamá y mías y nos fué "como en feria", la de mamá salió embocada en los dos apellidos y la mía no salió por ese y otro "pendientito" que después te cuento, el caso es que nada más nos fuimos a traer un bicho que si no era influensa, de todas formas nos tumbó casi dos semanas y fueron las vacaciones más enfermizas de las que haya memoria desde que tu eres tú. Pero bueno, salimos y ahora somos testigos de una pandemia que cobra fuerza y que parece más grave de lo que inicialmente reconocieron las autoridades que no queriendo alarmar a la gente terminaron ocultándole el tamaño de una crisis de salud que se está poniendo muy fea, pero bueno, veremos y diremos, por lo pronto ya suspendieron clases y a ver que dice Dios.

En lo que a nosotros se refiere, como familia más unidos que nunca y bien en general gracias a Dios, pero preocupados por encontrar el mejor lugar donde te puedas desarrollar, mamá y yo seguimos inquietos, (a veces demaciado) con la posibilidad de incluso cambiar de residencia, pero no es fácil y tal vez ni siquiera prudente, ya que entran en juego una serie de variantes que ya juntas, merece la pena, pensarlo, pensarlo y volverlo a pensar...

Coatepec es un pueblo hermoso pero limitado en opciones de cultura, diversión y sobre todo en lo social, su gente no nos gusta, pero nos ofrece la tranquilidad y seguridad que dificilmente podriamos lograr tener en otro lugar, Monterrey, Que es el lugar a donde yo me quiciera ir a vivir y morir, tiene las grandes ventajas y desventajas de las grandes ciudades y no terminamos de decidir que hacer, pero Dios pondrá corazones y emociones en su lugar, Él si sabe lo que nos conviene y si nos vamos a mober o no, ya nos indicará de ser así, cómo y cuando.